Desde el momento que surge la idea los pasos para concretar un fanzine son directos, sin intermediaros; sentarse a escribir o dibujar lo que se tenga ganas en ese momento, auto-editarlo, imprimirlo y armarlo.
Pero no todo termina ahí, con el objeto físico en la mano, y felices de tenerlo, el siguiente paso es recorrer ferias, ir a los recitales, ofrecerlo mano a mano entre la gente, crear vínculos con otros autores, intercambiar material y generar un espacio de cordialidad donde mostrar lo que se hace con tanto esfuerzo y ver lo que otros hacen con la misma pasión.
Apostemos por esta herramienta de expresión donde podemos plasmar nuestras ideas, publicando lo que queramos sin seguir pautas de nada ni de nadie.
No se necesita muchos mas, empecemos, hagamos, colaboremos.
¡Autogestión!
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